Ese momento en el que ya conozco muchos de tus gustos y aficiones, quien es tu debilidad en la familia, si te gustan los niños, tu color favorito... y empiezo a pensar en como serás en la cama.
Ese momento en que las conversaciones son fluidas, se lo que te hace reír y los temas que no te gusta tocar. Tu carácter ha salido.
Ese momentos en que escuchando tus historias sean lo interesantes que sean, sin quererlo mi mente empieza a desnudarte y una incontenible sonrisa pícara me delata.
Ese momento en que tengo que esforzarme por no mirar fijamente tus labios cuando me hablas y que cuando tus ojos se fijan en los míos me ruborizo.
Ese momento en que siento que sé lo suficiente de ti y me gustas tanto como para dejarme llevar entre tus sabanas hasta el final.
Ese momento en que el mínimo roce casual con cualquier parte de tu piel puede llegar a ser de lo mas erótico.
Ese momento en que cada noche me voy a la cama contigo en mi cabeza.
Ese momento en el que ya no se como actuar porque creo que mi timidez ha hecho que me veas como una amiga y eso hace que mi hambre de ti aumente y que cada vez te desee mas.
Ese momento en el que te has convertido en a cada momento.
Sabes ese momento? Pues ese.