Hola a todos, después del polémico post anterior sobre mi momento hot en el trabajo hoy quiero hablaros del teléfono móvil y de como funcionamos con el.
Ha llegado un momento en que el móvil ha reemplazado muchas cosas en nuestras vidas. Si nos sentimos mal en algún aspecto acudimos a él, ya sea una consulta médica o para buscar apoyo en un amigo. Acudimos para informarnos de absolutamente todo, Google es una puerta al universo que creo que aún no sabemos valorar y exprimir del todo. Para que nos recuerde citas, exámenes, cumpleaños, la lista de la compra... Lo que queramos. También se han convertido en nuestros reproductores musicales, cámara de fotos y álbum de recuerdos. Medio de unión con el mundo a través de las redes sociales, en las que mantenemos un estrecho lazo con nuestros seres queridos ya estén cerca o lejos haciéndoles participe de prácticamente nuestro día a día por medio de tuits, estados, fotos, vídeos, canciones... Herramienta de trabajo para muchos y seguro que me dejo diversas utilidades más, innecesarias en este post.
Quiero centrar mi atención en el uso que le damos para relacionarnos.
Cuando somos nosotros los que escribimos sabemos lo que buscamos y no hay mucha historia ahí, al menos para mi, si quiero o tengo que decir algo lo digo, escribo, llamo, publico o lo que sea sin más, pero cuando tenemos el móvil al lado y suena....
Me encanta ese momento en el que ves que es alguien con quien no hablas hace tiempo y te alegra el solo hecho de saber que se acuerda de ti, antes incluso de leerle.
Cuando estamos enamorados, sobretodo en esos maravillosos comienzo de relaciones cuando al ver su nombre en la pantalla le acompañan el baile de mariposas.
También me gusta ver el icono del grupo de mis locas y queridas amigas porque se que alguna broma o propuesta de plan es lo que sigue.
Fácil para hablar con la familia sin las formalidades del obsoleto teléfono fijo de casa y para esquivar las incómodas preguntas personales de los más mayores.
Bueno, no siempre es agradable cuando suena, están las teleoperadoras de las compañías telefónicas, esas que tienen una especie de radares raros para detectar las horas de siesta, comidas o más inoportunas. Y también es transmisor en ocasiones de malas noticias.
A esta reflexión de hoy me ha llevado un día de teléfono ajetreado, con conversaciones de esas en las que estas loco/a por despedirte y por educación aguantas, no se muy bien si me equivoco al hacerlo la verdad, quizá debería ser más cortante a veces. Y también he tenido de las que cuando miras el reloj dices: en serio llevamos tanto tiempo hablando? Se enlazan unos temas con otros y el tiempo vuela sintiéndose en la mejor compañía aunque sea a través de la pequeña pantalla.
Se que para el que lo ve de fuera es un tanto ridículo pero adoro sonreír a la pantalla y sobretodo me gusta saber que detrás de ella tengo a los causantes de mis sonrisas.
Un beso enorme a todos y tengáis un feliz día!!
Definitivamente el móvil ha cambiado nuestras vidas. Y cuando no lo tenemos, nos sentimos inMOVILizados, porque ya no sabemos vivir sin él. Lo cierto es que pienso que las próximas generaciones de nosotros naceremos con un móvil debajo del brazo. Una brazo xD. Feliz día.
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